Fotografía para bailarines y/o grupos de danza

Las bailarinas son delicadas casi por naturaleza sin embargo también necesitan preparar un buen material fotográfico a la hora de presentar una propuesta o proyecto de puesta en escena.

Las razones por las cuales un bailarín o un grupo de danza deba tener su propio archivo fotográfico son iguales a las de cualquier otro profesional de las artes escénicas; un book bien realizado debe poder plasmar ese instante mágico entre la música, el espacio, el movimiento y el intérprete.
El fotógrafo que realice el trabajo deberá tener en cuenta aspectos como la sutileza, fuerza, armonía entre muchos otros factores intangibles y muchas veces inalcanzables.
Los grupos de danza por lo general deben reflejar fuerza, vigor, energía, precisión; es por ello que la galería fotográfica del book deberá ser especializada, detallada y bien pensada.
Infortunadamente ningún intérprete o pieza se vive de la misma manera, el realizador del book será el encargado de atrapar esa pasión en una fotografía. Para realizarlo se necesita prestar atención a los mismos elementos que una puesta en escena como vestuario, maquillaje, actitud y sobretodo buena disposición.
Muchas de las sesiones comienzan a la par del bailarín o del grupo; durante el calentamiento también se han de topar con escenas valiosas dignas de retratarse; al igual que durante la preparación del maquillaje o arreglos del vestuario.
Actualmente muchos castings para bailarinas piden como requisito un video, generalmente ambas ideas van de la mano sin embargo la fotografía suele ser más accesible para algunas bailarinas cuya carrera apenas comienza.
La ventaja que representa una galería fotográfica frente a un video es que no tiene una secuencia temporal, por lo que se puede repetir un paso deseado hasta que quede registrado. En una postura fija es más fácil corregir y mejorar las poses que durante una secuencia.

Algunas personas prefieren poca producción, es decir, un fondo blanco y liso con poca iluminación para que permita resaltar la silueta; además de un maquillaje sencillo. En cuanto a técnica se puede realizar un plano americano, cuerpo entero y primer plano.

La intensidad de la luz, la velocidad del disparo pueden crear fotografías interesantes que dependerán del gusto del bailarín. Generalmente se toman en cuenta tres imágenes: una toma fija, una toma que refleje la pasión y una que exalte la sensibilidad artística. 

Enrique Rodríguez Domínguez.

Director creativo de CZ. Cinéfilo apasionado, gamer de corazón y fanatico del género gore

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